Inmunoterapia, ‘vacunas’ contra la alergia.
La enfermedad que tiene es causada por una alergia a uno o varios alergenos: las sustancias que causaron las ronchas más importantes en la prueba cutánea. Estas están anotadas en su hoja de resultado de la prueba de la piel.
La única manera que se conoce hoy en día para reducir o hasta curar su reacción alérgica es con la inmunoterapia subcutánea o sublingual, o sea ‘las vacunas contra alergia’.
La idea de la inmunoterapia es estimular al cuerpo repetitivamente con lo que le causa alergia, pero inicialmente en dosis tan pequeñas, que el cuerpo las aguanta. Con cada aplicación se aumenta un poco la dosis y al terminar el primer frasco se sigue con un frasco 5-10 veces más concentrado. De esta manera el estímulo es cada vez con cantidades mayores de alérgeno y al final de unos meses se llegará a la dosis de mantenimiento, que es 1000-10.000 veces mayor que la dosis inicial. Con la inmunoterapia sublingual se llega a esta dosis en un mes. Como las aplicaciones son constantes, con intervalos regulares entre si, el cuerpo empieza a general tolerancia e inmunoglobulinas de protección contra lo que causaba alergia.
Inmunoterapia sublingual: gotas cada día. 1er mes dosis en aumento, después todos los días 2 gotas (con cambio de frasco se baja a 1 gota al día por 3 días)
Inmunoterapia subcutánea: dos veces por semana durante la fase de aumento de dosis. Se llega a la dosis máxima a los 3-4 meses. A partir de este momento se pueden empezar a espaciar las aplicaciones: 1/semana y 1/15d.
Este es el momento en que se empieza a ver mejoría clínica o crisis menos frecuentes, lo que nos permite finalmente bajar poco a poco dosis de los medicamentos. NO antes.
Las bases científicas de la inmunoterapia son cada vez más firmes.
Se ha demostrado que alrededor de los 3-4 meses de tratamiento la inmunoglobulina E (=la inmunoglobulina de alergia) empieza a bajar y la inmunoglobulina de protección, IgG4, empieza a aumentar en la sangre del paciente tratado. Además sube la interleucina 10, una molécula reguladora que estimula tolerancia.
Un dato muy importante que enfatizan las últimas publicaciones de inmunoterapia en niños es su efecto preventivo: varios ensayos han demostrado que el inicio tempranamente de inmunoterapia puede prevenir el desarrollo de asma en la mitad de los niños y reducir la aparición de nuevas alergias.
Constancia, perseverancia y paciencia: las tres "cia" con las cuales la inmunoterapia tendrá éxito.
Vea nuestro video sobre Aplicación de Inmunoterapia
Doctora Désirée Larenas Linnemann
Alergia, asma y pediatría
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